miércoles, 4 de agosto de 2010

El efecto de la circulación atmosférica

















El Sol calienta la totalidad de la Tierra, pero la distribución del calor a lo largo de la superficie terrestre no es homogénea: las regiones ecuatoriales y tropicales reciben mucha más energía solar que las latitudes medias y las regiones polares.
La radiación que reciben los trópicos es mayor de la son capaces de emitir, mientras que las zonas polares emiten más radiación de la que reciben. Si no hubiera transferencia de calor entre los trópicos y las regiones polares, los trópicos se calentarían más y más, y los polos estarían cada vez más fríos. Este desequilibrio de calor latitudinal es el origen de la circulación de la atmósfera y los océanos: la energía calorífica se redistribuye desde las regiones más cálidas hasta las más frías por medio de la circulación del aire (60%) y las corrientes oceánicas (40%).